martes, 24 de julio de 2007

TESORO INÉDITO DE GABRIELA MISTRAL


Cerca de cien poemas inéditos de la poetisa chilena Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura en 1945, fueron encontrados en Estados Unidos, informó el diario El Mercurio en Santiago de Chile.
Los poemas y otros documentos estaban en la casa de la amiga y heredera de la escritora, Doris Dana, quien murió el año pasado.
"Doris Dana nunca pudo desprenderse de su tesoro: Gabriela le permanecía allí en cada hoja", escribió en El Mercurio el investigador Luis Vargas Saavedra, quien ha tenido acceso al archivo en Massachusetts, Nueva Inglaterra.

Doris Dana nunca pudo desprenderse de
su tesoro: Gabriela le
permanecía allí en cada hoja
Luis Vargas
Saavedra"

El recelo de Doris Dana, al impedir que los estudiosos norteamericanos o criollos pudieran verlo siquiera, desanimó una investigación académica que habría atendido y realzado la obra de Gabriela Mistral", dice.
"Suya es la culpa de que en los Estados Unidos no se la haya considerado como la magnífica escritora universal, como el genio verbal que ella es. Contribuyó a su postergación, a su olvido", añade el especialista en la obra de Mistral.

Regreso a Chile
La poetisa, cuyo verdadero nombre era Lucila Godoy Alcayaga, murió en 1957 en Nueva York, a los 68 años.

Sus restos fueron trasladados en 1960 a Montegrande, en el Valle del Elqui, donde pasó su infancia.
Ahora sus documentos también regresarán a Chile, gracias a una decisión de la albacea de Doris Dana, su sobrina Doris Atkinson.
"A ella se debe la decisión de traspasar a una institución chilena sin afanes de lucro, como es Dibam, lo que aún falta conocer, ver y leer de Gabriela Mistral, es decir, el 60% de su desempeño genial", escribió Vargas Saavedra.
El investigador, autor de "Castilla tajeada de sed como mi lengua. Gabriela Mistral ante España y España ante Gabriela Mistral. 1933 a 1935", dice que en el archivo también hay cinco álbumes con fotografías de la escritora y su familia, además de cientos de cartas inéditas.

CUANDO VALES LO QUE PESAS


A pesar de los riesgos para la salud asociados a la obesidad, en algunas sociedades africanas el sobrepeso sigue siendo un símbolo de poder y estatus.

En Nigeria, por ejemplo, personas acaudaladas pueden permitirse acudir a "centros de sobrepeso" para ganar esos kilos extra que los coloca en el tope de la pirámide social.
Contrariamente a muchas mujeres en otras partes de África o en el resto del mundo que hacen esfuerzos por adelgazar antes de su boda, Happiness Edem acudió durante seis meses a uno de esos centros en preparación para su casamiento con Morris Eyo Edem, un príncipe de la tribu Efik.
Ella describió para la BBC la vida en esos lugares. "En la mañana comes bien. Luego tomas un baño. Vuelves a la cama, duermes bien, te despiertas, comes, duermes...".
Su peso en oro
Happiness Edem asistió a uno de los centro de sobrepeso ubicados en la ciudad de Calabar, en el este de Nigeria, a pedido de su esposo, quien debido a su condición social necesita una mujer bastante corpulenta.

Si una mujer no es gorda (...) no está
lista para casarse
Príncipe Morris Eyo Edem

Luego de medio año siguiendo ese estilo de vida, el cuerpo de Happiness cambió considerablemente, para satisfacción de su prometido y su propia felicidad.
Según dijo Morris Eyo Edem al programa Outlook de la BBC, en caso de tener una esposa delgada, "la gente pensaría que yo no soy rico".
En sus palabras, "si una mujer no es gorda y no ha pasado por ese proceso (los centros de sobrepeso) entonces no está lista para casarse".

"La gordura es hermosura"

El peso promedio de una mujer nigeriana es de 60 kilogramos. Happiness Edem pesa más del doble.

El secreto para mantener su figura voluminosa consiste en una alimentación basada en garri, una papilla hecha de yuca, acompañada de ensaladas locales denominadas ekpan koko y oto.
"A esta dieta le añado arroz, granos, carne y pescado para que ella se mantenga como uno desea que se mantenga una esposa", dijo Morris Eyo Edem.
Aunque la obesidad puede acarrear males como la diabetes y enfermedades coronarias, entre muchos otros, Happiness Edem no ve razones para preocuparse.
"Cuando eres gorda te ves mucho más saludable", dice, y añade que no tiene problemas de salud.
"La gente te respeta. A donde quiera que vas te dice 'tu marido te alimenta bien", agrega.
"Vas a un pueblo y la gente sale a mirarte porque eres saludable", concluye.
"Es algo cultural", dice su esposo. "La cultura aquí te permite ir a centros de sobrepeso. Pero no la cultura en Europa, Asia o América".

LA EDAD DE LOS ELEFANTES


Dos gigantes del mundo animal resolvieron tomar rumbos distintos hace 7,6 millones de años.

Un grupo de científicos alemanes, suizos y estadounidenses dice haber calculado el momento de la historia cuando los ancestros de los elefantes asiáticos y africanos de hoy tomaron rutas separadas.
El análisis genético de ambas especies de elefantes y de otras dos especies ahora extintas les permitió descubrir que los dos tipos de elefantes que conocemos hoy día descienden de un ancestro común que vivió hace 7,6 millones de años.
El estudio está fue publicado en la revista de ciencias PLoS Biology.
Todo el mundo sabe cuál es la diferencia entre los elefantes africanos y los asiáticos: los primeros tienen orejas grandotas y tanto sus hembras como sus machos desarrollan colmillos; los segundos son más pequeños, y sólo sus machos lucen el marfil.
Pero, ¿se ha preguntado alguna vez en qué momento de la historia estos dos gigantes del mundo animal resolvieron tomar caminos separados?
Los científicos creen conocer ese dato ahora, gracias al análisis genético de las dos especies comparado con el material de criaturas similares pero extintas: el mamut peludo y el mastodonte.
Un diente clave

África: cruce de caminos de varias especies.
El mastodonte era muy parecido a su primo el mamut peludo; tenía su abrigo de piel propio y sus colmillos. Pero genéticamente, estos primos no podían ser más distintos, y ambos se diferencian bastante también de los elefantes contemporáneos.
El perfil genético del mastodonte no había sido "mapeado" hasta ahora, pero gracias a un diente fosilizado hallado en las márgenes de un río en Alaska, se pudo elaborar su primer "retrato" genético.
Pero el grupo de estudio no se detuvo allí.
Comparando el material genético del mastodonte con las secuencias genéticas de los elefantes actuales y el mamut peludo, han construido el árbol genealógico de estos paquidermos.
En el árbol, los elefantes africanos crearon su propia rama separándose de los asiáticos y los mamuts hace 7,6 millones de años.
Luego, hace 6,7 millones de años, los asiáticos y los mamuts cortaron definitivamente los lazos.
¿Coincidencia?
El doctor Michael Hofreiter, del Instituto Max Planck para la Evolución Antropológica en Leipzig, es uno de quienes encabezan la investigación.

Puede que se produjeran ciertas condiciones climáticas que promovieran las "coincidencias".
"Lo extraordinario del mastodonte es que sabemos con bastante precisión, gracias al fósil, cuándo se separó del elefante y del mamut. Usando esa fecha y el resto de los datos genéticos, pudimos identificar cuándo fue que los elefantes africanos, los asiáticos y los mamuts se separaron entre sí", dijo el experto.
"Sabemos además que eso sucedió en África, en el mismo lugar donde los humanos, los chimpancés y los gorilas se distanciaron", agregó.
Lo que ocupa a estos científicos ahora es que puede ser pura coincidencia que esa separación haya sucedido allí donde los humanos nos separamos de los simios.
Puede que haya sido el azar quien determinó que además ocurriera casi al mismo tiempo.
Pero puede también que se produjeran ciertas condiciones medioambientales o climáticas que promovieran esa separación entre estas especie, sugiere Hofreiter.